PRESENTACIÓN

En este blog pretendo compartir mi experiencia como viajera mochilera y espero ayudar a otros viajeros como muchos blogs que he leído me han dado buenas ideas para mis aventuras. Hasta hace poco yo era una viajera de avión, taxi y agencia de viajes, pero claro, eso era bastante caro, resultado, apenas viajaba. Hace poco más de un año mi pareja me descubrió el viaje mochilero, organizado a tu antojo, con nuestro coche y nuestra mochila y os aseguro que es maravilloso y económico, ahora viajo mucho más y lo disfruto más que antes. Así es que, olvidaos de cosas superfluas, llevad lo imprescindible y preparaos para la aventura…

domingo, 19 de enero de 2014

BARCELONA, UN MUNDO DE POSIBILIDADES

 
Aunque aún tengo mucho que contar sobre los viajes del pasado verano, hoy quiero hablaros de otra ciudad que he visitado recientemente. Estas navidades he estado en Barcelona y he quedado maravillada. No es la primera vez que la visitaba, aunque anteriormente fueron visitas muy fugaces y poco preparadas, esta vez ha sido toda una semana para poder paladear con tranquilidad esta cosmopolita ciudad que nos ofrece historia y arte en sus calles y museos; bellos paisajes marítimos, gastronomía de cualquier parte del mundo y, por supuesto, todo el ocio que se nos ocurra.
 
 

Antes de comenzar con el recorrido, quería hacer un comentario sobre el buen funcionamiento del transporte público en la ciudad así como de su razonable precio (cosa cada vez más difícil de encontrar). El abono de 10 viajes es multipersonal, vale para todos los transportes urbanos (incluyendo transbordos dentro de una hora y media de recorrido) y sólo cuesta 10,30 €.

En cuanto a los alojamientos, en esta ocasión hemos elegido unos apartamentos junto a la Plaza de España cuya relación calidad-precio era bastante buena. Se trata de los apartamentos Fira Centric. La ubicación es ideal porque está cerca de la parada de metro, hay un enorme centro comercial "El Arena" (antigua plaza de toros) con un mercadona entre decenas de restaurantes y tiendas, y tienes Montjüic a un paso. Además, como sorpresa de bienvenida, descubrimos un japonés en la puerta de al lado, inmejorable.

Una vez hecha la introducción, pasemos a conocer la Ciudad Condal.

LA BARCELONA "TÍPICA"

Cuando uno piensa en Barcelona lo primero que le viene a la cabeza (a parte de Gaudí, del que hablaré después) es la Rambla. Pues bien, comenzaremos nuestro paseo a los pies de la misma. Tomaremos el metro bajándonos en la parada Drassanes (dársenas) y al salir a la superficie nos encontramos con el monumento a Colón, repleto de decenas de turistas haciéndose fotos con los leones que hay a sus pies. Justo en frente encontramos Port Vell, el puerto de Barcelona, por el que podremos pasear y disfrutar del aire marítimo de la ciudad. En este puerto encontramos un centro comercial famoso por estar construido sobre el agua, "el Maremágnum" y también el Acuario de Barcelona. Por el módico precio de 20€ podréis disfrutar de "dicen" la mayor diversidad de animales acuáticos del mediterráneo. Nosotros no lo visitamos así es que no lo puedo confirmar.
 
 

En este mismo puerto se encuentra el Museo de Historia de Cataluña, del que hablaré más tarde.

Un vez visitado el puerto podemos volver al punto de partida y subiremos por la Rambla. Esta emblemática arteria de la ciudad de más de un kilometro está repleta de artistas callejeros, tenderetes de artículos artesanales, restaurantes y gente, mucha gente. Esta avenida conocida como Las Ramblas son en realidad cinco ramblas con diferentes nombres: la Rambla de Santa Mónica, junto al mirador de Colón repleta de bares y restaurantes; la Rambla de los Capuchinos o Rambla del Centro, dónde se encuentra el famoso Liceo de Barcelona; la Rambla de las Flores, colorida y repleta de floristerías a cuya izquierda encontramos el conocido mercado de la Boquería; la Rambla de los Estudios, llamada así por se la ubicación de la antigua universidad; y por último, la Rambla de Canaletes junto a la Plaza de Cataluña.

 
De los lugares mencionados una interesante visita es la Boquería. En este mercado podremos comprar todo tipo de alimentos frescos, comer marisco y pescado frito con una cervecita (no muy económico, eso sí) e incluso degustar un zumo de frutas recién hecho del sabor que se te ocurra.

Al final de la Rambla se encuentra la plaza de Cataluña, siempre transitada y repleta de turistas y palomas.
 
 
 
Atravesando la Plaza de Cataluña encontraremos el Paseig de Gracia. Esta zona se ha convertido en una de las más "chic" de Barcelona. En realidad se trata de una "macroavenida" repleta de tiendas y cafeterías pero, es lo que tiene el consumismo. Como atractivo especial, en esta calle se encuentran dos edificios de Gaudi: la casa Batló y la casa Milá, más conocida como la Pedrera. Ambos edificios fueron casas de familias influyentes de la Barcelona de comienzos del siglo XX y actualmente pueden ser visitadas, por supuesto previo pago de una cantidad, a mi modo de vez, excesiva. El precio de la casa Batló es de 20€ y de la casa Milá de 16,50€.
 
 
 A continuación, me gustaría guiaros hasta el Parque de la Ciutadella, construido para la exposición universal de 1888, es un remanso de paz que te aísla del ajetreo y el ruido de esta bulliciosa ciudad. Ubicado al este del barrio Gótico, alberga una serie de museos, como el de zoología, que rara vez se encuentran abiertos, y el zoo de Barcelona. El precio del zoo es también de 20 €, al igual que el acuario, aunque tampoco lo visité ya que hacía menos de un mes visité el de Madrid.
 
 
 
En este parque hay una cascada realmente preciosa, de la que se encuentran pocas referencias en la guías de viajes. Esta cascada monumental fue diseñada por Josep Fontserè, aunque sería más conocido uno de los jóvenes aprendices que participó en el proyecto siendo aún estudiante de arquitectura, ¿adivináis su apellido? pues sí, ese estudiante era Gaudí.
 
 

Saliendo de este parque por el lado opuesto al zoo encontraremos una avenida que termina el único Arco del Triundo de Barcelona. En este caso, no fue construido como conmemoración de una victoria militar (como ocurre en París), sino como pórtico de la Exposición Universal de 1888.
 
 
Otro lugar muy típico de la ciudad, aunque alejado de la zona centro, es la montaña de Montjüic. Para llegar tomaremos el metro hasta Plaza de España y nada más bajar divisaremos el Palacio de Montjüic. Esta montaña siempre fue utilizada como puesto vigía militar, por su estratégica situación desde la que se divisa toda la ciudad. Sin embargo, tras las obras realizadas para la Exposición Universal de 1929 y los Juegos Olímpicos de 1992 se ha convertido en una zona de recreo muy interesante.
 
Además de un excelente mirador para contemplar la ciudad, en este lugar podemos encontrar atracciones turísticas interesantes.
 
El Palacio Nacional de Montjüic actualmente alberga el Museo Nacional de Arte de Cataluña y la Fundación Joan Miró. La fuente "mágica" ofrece a sus visitantes cada noche un espectáculo de luz y color desde hace más de 80 años. El Pueblo Español, un recinto creado para la exposición universal de 1929 que alberga reproducciones a pequeña escala de diferentes rincones de España. La entrada al recinto cuesta 11€, nosotros no lo visitamos porque nos pareció caro y la mayoría de lugares que recrea ya los habíamos visitado.
 
 
 
Por último, se puede acceder al  Castillo de Montjüic, antigua fortaleza militar que actualmente sirve como mirador y al que se puede acceder en teleférico o caminando.

LA BARCELONA GÓTICA

Sin duda, el hecho de mi fascinación por esta ciudad se ha debido a su riqueza en mi estilo arquitectónico favorito, el gótico. Como primer acercamiento nos encontramos con su majestuosa Catedral situada en pleno corazón del Barrio Gótico, que se encuentra a la derecha de Las Ramblas, entre el puerto y la plaza de Cataluña.
 
 
 
Este impresionante templo gótico, inspirado en la catedral de Narbona, data de siglo XIV, a pesar de que no fue terminada hasta ya comenzado el siglo XX. Su estructura de tres naves de similar altura alberga bajo el altar mayor la cripta de Santa Eulalia, mártir y patrona de la ciudad. Posee un bello y particular claustro en el que hay palmeras, un pequeño estaque e incluso patos. En concreto 13 patos, se dice que en conmemoración a la edad que tenía Santa Eulalia cuando murió martirizada. Es una visita que no os debéis perder.
 
 
 
Aunque la Catedral de la ciudad es muy bella, no se trata del único templo digno de mención, de hecho existe otro templo conocido como "la Catedral del Mar" que fue popularizado por la novela de Idelfonso Falcones, me refiero al templo de Santa María del Mar.
 
En este templo el gótico se hace perfección. Su construcción fue impulsada en 1329 por los armadores de la ciudad sobre, según la leyenda, el lugar donde se encuentra sepultada Santa Eulalia, patrona de la ciudad. Las obras fueron dirigidas por Berenguer de Montagut y culminadas tan solo cincuenta años después de su comienzo, otro signo más de la bonanza económico de una ciudad con un enclave estratégico. Marineros y pescadores barceloneses tenían aquí su lugar de culto, venían a rezar y rogar a Dios y a la Virgen Madre, antes de lanzarse al mar.
 
 
 
 
Hoy día sigue siendo uno de los templos más visitados de la ciudad. El acceso es gratuito y os recomiendo que no os vayáis de Barcelona sin visitarla, es una autentica maravilla. Además podéis disfrutar de su fachada principal sentados en una de las terrazas que hay en la plaza disfrutando de un vinito o una cervecita.
 
Existen otros templos góticos en la ciudad dignos de mencionar como Santa María del Pi, pero tampoco se trata de visitarlos todos. Sin embargo, no quiero dejar la ocasión de recomendaros la visita a un pequeño monasterio que ha sido absorbido por los edificios modernos, que aún estando en el centro es difícil de encontrar y que es un maravilloso remanso de paz en plena urbe, se trata del Monasterio de Santa Anna. Se encuentra en un pequeño callejón que se adentra desde la calle de Santa Anna, justo antes de llegar a la Plaza de Cataluña por Las Ramblas.
 
Este pequeño monasterio alberga una iglesia románica del siglo XII y un pequeño claustro. La puerta principal es posterior, de 1300, y su estilo es gótico. La visita cuesta 2€ y merece la pena pagarlos, es realmente acogedora y encantadora.
 
  
Además de ver los templos un simple paseo por las calles y plazas del barrio gótico te transportan a otro tiempo. La Plaza Nova, la Plaza del Palacio Real o la de San Jauma, son otros de los emblemáticos lugares que deberéis descubrir perdiéndoos por este maravilloso Barrio Gótico de la Ciudad Condal.
 
LA BARCELONA DE GAUDI
 
Pensar en Barcelona es pensar, sin duda, en Gaudi. Paradógicamente, me gustaba Gaudí más antes de visitar la ciudad que tras haber estado allí. Yo encuentro dos motivos para esto, y quizá uno es consecuencia del otro: Gaudí crea unas expectativas muy elevadas sobre su arte, por lo que hay demasiada gente visitando sus obras y, además, son excesivamente caras las visitas a cualquiera de ellas.
 
Comencemos por la Sagrada Familia. Esta basílica de estilo neogótico cuya construcción comenzó en 1882, fue puesta en manos de Gaudi un año después y éste revolucionó totalmente el concepto de la misma. El artista murió en 1926 con su obra inacabada, pero los planos que dejó han permitido seguir con el sueño del autor. Parece ser que el templo se construye gracias a las donaciones (y me imagino que también de la pasta que deben sacar con las entradas) y es por ello que su construcción es lenta y aún no se sabe cuando acabará. Según mi opinión personal, más que falta de dinero, dudo mucho que se pueda trabajar manteniendo el templo abierto y siendo visitado por miles de personas cada día. El precio de la entrada a la Basílica es de 14,90 €. Nosotros teníamos intención de entrar pero no sabíamos que las entradas se podían comprar online, por lo que cuando llegamos a las 11.00 H había una cola interminable y decidimos que no pasaríamos más de una hora de espera. Si estáis interesados os recomiendo que compréis las entradas online y la espera será menor, yo desde luego lo haré.
 
 
 
 
De cualquier modo, y pesar de la indudable belleza y originalidad de la Basílica, creo que cuando estás visitando estos santos lugares con prisa (puesto que el tiempo de visita es limitado) y rodeado de cientos de personas, no puedes apreciarlas ni disfrutarlas.
 
Un ejemplo más de la explotación a la figura de Gaudí, es la recién estrenada entrada de 8 € del Parc Güell, que en realidad pagas para ver sólo la zona monumental (bastante reducida) puesto que la mayoría del parque sigue abierto para uso y disfrute de los barceloneses. Hasta hace unos meses, el acceso al parque al completo era gratuito. Sin embargo, lo peor no es tener que pagar entrada, sino que, al limitar el número de entradas por cada hora, tras esperar una cola de casi media hora para comprarlas, no puedes entrar inmediatamente y quizá te hacen esperar una hora más, depende de la disponibilidad. De modo, que lo que antes era un gustoso paseo por un precioso parque, se convierte en un estrés y te impide disfrutarlo. Si llego a saber que esto era así, me ahorro la entrada y, sobre todo la espera, y veo la zona monumental desde la parte abierta del parque disfrutando de un agradable paseo con menos gente.
 
 
 
 
Como anteriormente comenté, en Barcelona también se pueden visitar casas diseñadas por Gaudí, como la Casa Batló o la Casa Milá.
 
MUSEOS
 
En este apartado no me extenderé puesto que en otros de nuestros blogs en el futuro realizaremos entradas específicas de cada museo y pondré aquí el enlace.
 
No obstante, quería comentaros que en la ciudad hay tres museos que son realmente buenos y que merece la pena visitar. Dos de ellos de historia y uno de ciencia.
 
El Museo de Historia de Cataluña, situado en la zona del puerto, es realmente interesante. Sin poseer un gran número de piezas originales, sus recreaciones y sus paneles explicativos nos ilustran fielmente sobre la historia de la comunidad. Su precio es de 4 €, el primer domingo del mes es gratuito y hacen descuentos para profes, estudiantes, etc.
 
 
 
 

 
 
El Museo de Historia de Barcelona se encuentra en pleno centro de la ciudad. De hecho, la visita comienza en el subsuelo dónde visitas las ruinas romanas de la antigua Barcino (Barcelona). Además de lo interesante del propio museo, el enclave del mismo es privilegiado ya que se encuentra en el Palacio Real Mayor de Barcelona.
 
 
 

 
 
Por último, y no por ello menos importante, está el museo de ciencias CosmoCaixa. Está cerca de la Avenida del Tibidabo, un poco alejado, pero se puede ir tanto en coche (tiene parking y con la entrada te regalan un par de horas) o en transporte público (el autobús te deja en la puerta). Yo soy una apasionada de los museos de ciencias, pero este me dejó fascinada.
 
En este museo puedes aprender desde la formación de la Tierra, el nacimiento de los seres vivos y su evolución hasta el hombre, experimentación en física mecánica, óptica, estática de fluidos, etc. e incluso puedes visitar la recreación de un bosque ecuatorial con sus árboles, "rio", animales y, por supuesto, su humedad e incluso la lluvia. Tiene además un planetario que realiza proyecciones, la que nosotros vimos fue sobre posible vida en otros planetas, en 3D. El precio de la entrada es de 4€ por el museo y 4€ el planetario. Sin ninguna duda, si sois aficionados a la ciencia, no os podéis perder este museo.
 

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